Las calles de Florencia se llenan de garbo mientras los hombres con más estilo buscan ser vistos. Algunos, de rigurosa sastrería, otros más descontracturados y también, los que prefieren looks deportivos y urbanos.
Por Cata Greloni Pierrri (@catagreloni)
Cuando se trata de detectar tendencias masculinas o estilismos propios de los insiders de la industria de la moda, el mejor lugar para hacerlo es en Florencia, en Pitti Uomo, la feria de cuatro días donde mil marcas de más de 30 países exhiben sus productos de frente a la siguiente temporada, después de la Semana de la Moda masculina de Londres y antes del turno de Milán y París.
Empresarios, editores, fotógrafos, buyers, diseñadores, sastres, bloggers y expositores de todo el mundo se reúnen dos veces al año en este evento internacional y pasarela del streetstyle que ningún hombre fashionista quiere perderse.
En la nonagésima primera edición, tres estilos fueron los más populares en las calles de Florencia y seguro serán los disparadores que marquen las tendencias de las enormes tiendas de fast fashion. En primer lugar, sin romper la tradición y con orgullo estoico por la sastrería, fue el estilo sartorial, clásico y riguroso. Los hombres retoman la corbata, cada vez más extinta por estos pagos, y el chaleco –en variedad de lanas y cortes- y hacen renacer al traje de 3 piezas, al que le agregan un sobretodo en contraste, para llamar un tanto la atención.
Los accesorios jugarán un papel clave. Sombreros de ala ancha, bolsos o carteras, medias (a tono o, por qué no, de color), anteojos o guantes pueden hacer toda la magia y diferencia necesaria a la hora de componer un look.
Para desestructurar la italianidad al palo, los toques sport y urbanos aportan frescura y juventud a la sastrería clásica sin resignar elegancia. El segundo estilo que más popularidad va ganando es el sartorial-streetwear. El clásico ambo toma prestado nuevas prendas de otros universos y el contraste le suma actitud. Chalecos inflados y deportivos asoman por debajo de sobretodos de color y por encima del traje, parkas en verde loden, con detalles de piel y tapados en colores vibrantes van ganando terreno. Otro de los protagonistas del invierno europeo es el look Total White con sobretodo, saco, gamulán o Montgomery, a contratono.
Finalmente, el look más urbano y canchero, se aleja totalmente de la sastrería y tiene que ver más con los códigos vestimentarios de la calle y sus pandillas y también con una cruza con la ropa deportiva, siempre a modo de capas, en donde se mezclan todos los estilos posibles y ocasiones. La superposición y la mezcla de texturas, colores y usos enriquecen los looks de los caballeros que se animan a combinarlos. Un pantalón de lana fino convive perfectamente con una camisa sport rayada y corbata, debajo de un chaleco inflado estampado, más un poncho de colores al hombro, campera de denim y zapatos oxford.
¡Viva la diferencia en el vestir masculino!
Foto: Robert Spangle para GQ Magazine